Hay mañanas en que uno se levanta con el pie izquierdo. No encuentras nada, todo se te cae de las manos, tardas el doble en hacer lo de siempre...
Pues bien, ésto no es monopolio de los adultos, también los niños tienen esos aciagos días. Y si no que se lo digan a mi canijo mayor, que ha tenido hoy su mañana de gloria.
La cosa ha empezado tensa porque no se quería levantar... cosas de la pereza. Después hemos agregado el ingrediente secreto: no puedes ir a la cocina con el chupete, se tiene que quedar en la cama, y lo hemos aderezado con: no estoy escondiendo tu elefantito, lo guardo en la maleta porque luego nos vamos de viaje, esta noche me lo agradecerás.
Ya tenemos los componente básicos para cocinar una mañana trágica.
Para el camino hasta la guarde me pide dos galletas maría, una para cada mano: "eta mano, esta mano..."
Como se va a poner el abrigo, las apoya con mimo en la mesa baja del salón.... piiiiii. Error. Olvida el insignificante detalle de que tenemos un perro-aspirador-quevivemuertodehambre y que, por supuesto, alcanza perfectamente a esa altura. Si, en efecto, ocurre lo que imaginas: superdramón porque el perro se ha comido las galletas.
Lágrimas de medio litro a lo Candy Candy, sollozos, pucheros... vamos, inconsolable.
Consigo calmarle al darle otras dos galletas.
Esta vez no les quita ojo, las tiene bien vigiladas. Al subirse al patín (acoplado a la silla del canijo pequeño) las guarda a buen recaudo en los pliegues de la capota, donde suele meter los tesoros que se lleva a la calle.
Bajamos al portal y salimos a la calle y en ese momento no es que llueva, es que diluvia!!! Así que, en un gesto rápido y preciso de buenamadre despliego la capota para que el pequeño no se moje. ¿Qué ocurre? Pues en efecto, sus dos galletas salen volando como pequeños frisbys y aterrizan en la tierra mojada del jardín...
El resto para qué os lo voy a contar, seguro que lo imagináis...
Preguntas de viernes: ¿se me anula el punto de buenamadre por ese nimio detalle de malamadre? ¿Es muy grave reirte de las desdichas de tu prole?
Buenisimo, es el vivo reflejo de mis mañanas nosotros vivimos los mismos dramas, solo que con una peque de cuatro años existe el chantaje emocional y hoy mas que nunca, venga cariño que luego nos vamos a ver al Miguelito entonces aun es peor por que dice que no quiere ir al cole que se quiere ir ya a casa del Hey a ver y relata nombre por nombre a todos y cada uno de los que va a ver, como ya sabes Cloe no calla ni bajo agua así que ha sido un relato muy largo y ni te quiero contar el viajecito que hemos tenido que en lugar de media hora ha percido todo un día entero entre la alegría emoción y nervios todo mezclado una bomba infantil, jaja, ya queda poquito para vernos parezco yo una niña pequeña con los nervios,besos guapa y preciosa entrada me encanta.
ResponderEliminarSi, Cloe también tiene sus tragi-momentos!!
EliminarJajajaja, como el drama de las gotas...
Pobre Miguel, pero a la vez que risa
ResponderEliminarEs que este niño es un show!!
EliminarNo esta bien reirse de lo que le pasa a tus niñ@s, pero el otro dia fue inevitable y fue asi:
ResponderEliminar-Cariño lavate las manos.
-No papa, las tengo limpias
Y asi diez minutos hasta qu se me ocurre decirle que se las lave en el vidé.
Por fin manos limpias y listos para ponerle el pijama, resultado, otra vez llanto para cambiarse y cuando ya esta resignada a ponerselo, le ocurre lo inesperado, se sienta en el vidé para quitarse el pantalon, pero no se dio cuenta que la tapa estaba levantada y se mete de culo hasta dentro, culo mojado y nuevo llanto, a la vez que buscaba a su madre diciendo "mamá, mamá, el papi se esta riendo de mi"
Ay madre, pobre niñata... ah, no, que ya es señorita...
EliminarHola! Llego a tu blog saltando de uno en otro, como siempre ;) Y aunque aún no lo he leído entero, ya me ha atrapado, así que por aquí estaré, con tu permiso, por supuesto...Saludos!
ResponderEliminarHola! Muchas gracias por pasarte y por comentar!
EliminarHe entrado en tu blog y veo que tenemos mucho en común, como el amor a los animales.
Un besazo y nos veremos por la blogosfera!
No mujer en esos casos, una se rie por no llorar y hacer coros a la tremenda pataleta..
ResponderEliminarAnimo
Pues si, a mi más de una vez me dan ganas de ponerme a berrear y patalear también...
EliminarGracias por comentar!
Vaya peque, eso si que es terminar la semana de forma dura, si es que hay días que todo se complica, espero que el fnde fuera mejor.
ResponderEliminarY he empezado la semana casi com tú terminaste la tuya, tenedor se levanta diciendo hoy no hay cole, y llorando por que no quiere ir, supongo que es la resaca de tantos días de desconexión, en fin , paciencia y adelante...
Un besoteee, y perdona el retraso, en casa no tengo ni tiempo de ordenador
Uy si, los lunes merecen un post aparte... madre mía!
Eliminarqué paciencia!
Muchos besos guapa y por cierto, nada que perdomar... sólo faltaba!
Nosotros nos hemos visto ya en varias ocasiones aguantando la risa en plena perreta o mientras lo reñíamos por algo, así como mirando para otra parte para que él no lo viera.
ResponderEliminarSi no nos tomamos así estos momentos sería peor. No sufras! :)
Yo la verdad es que me muero de la risa con los dos, a veces abiertamente y otras, como vosotros, a escondidas para que no me vean.
EliminarSi es que tienen cada ocurrencia y les pasa cada cosa!!
Besos pareja
Jajaja, pobrecicos... si es que el mundo es tan grande y ellos tan pequeños... En cualquier caso estos pequeños dramas cotidianos es lo que les hace crecer, la "prueba y error". Sobrevirán, tenlo por seguro. ;)
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