lunes, 6 de febrero de 2012

Un cumpleaños de los de verdad

El sábado celebramos el cumple de mi canijo número uno. Era su primer cumple de verdad ya que el año pasado él fue el único asistene niño, y claro, no hay color.

Toda la semana anterior fue una locura de compras y preparativos. No voy a contaros de nuevo (aunque me siento tentada ya que me encanta el tema) que no ando precisamente sobrada de tiempo. Pero bueno, cuando algo apetece se sacan horas de donde no las hay, eso es cierto. 

El del sábado fue un cumple de verdad, con gusanitos, ganchitos y muchas guarrerías. También hubo globos, gorros y guirnaldas (cuántas "ges", mira tú), platos de Mickey, sandwiches, velas que se soplan varias veces... vamos, un Completo. Por no faltar, no faltó ni el niño "descalabrao", que no hay cumple que se precie en el que no se piñe alguien.

Así es como recuerdo yo mis mejores cumpleaños, con niños gritando y corriendo por toda la casa y siempre uno con una herida de guerra de premio...Claro que lo que no recordaba yo tan nítidamente era el momento post-cumpleaños. Ese momento en que cierras la puerta al último invitado (sabes que ha sido un éxito cuando son las tantas y la gente aún sigue con ganas de jarana), te das la vuelta y ves... ¿tu casa? En realidad tu casa es lo que hay debajo de todo ese desorden y suciedad.  Pegotitos en la alfombra, vasos usados, migas por doquier y todo fuera de su sitio, que está todo tan revuelto que no encuentras ni al perro...

Y si creéis que soy una exagerada, juzgad por vosotros mismos cómo quedó uno de los cuartos:


Mi madre siempre dice (hale, otra frasecita de madre que añado a mi lista), sarna con gusto no pica... Picar no sé si pica, cansar, seguro que cansa... pero molar, lo que es molar de verdad... ¡Mola mogollón!



3 comentarios:

  1. Felicidades al pequeñín (que ya no lo es tanto!)
    Me ha hecho mucha gracia lo de que el año pasado había sido el único asistente niño en su cumpleaños, jajaja. El Gremlin cumplió el año hace cuatro meses y fue igual... Bueno, a él también le "celebraron" un cumple en la guardería con más "congéneres", salió con su corona, sus aspitos... Y nada más cogerlo en brazos su padre (que ese día le hizo el honor de ir a recogerlo) le vomitó encima. Es lo que tiene no haber dado a tu hijo chuches en la vida y probarlas todas de golpe!! Lo debió flipar!

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  2. Como molan los cumples de los niñatos, es el valetodo por un rato.

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  3. Madre mía, qué estrés de habitación! Esos bloques para construcción les encantan pero los carga el diablo.

    En nuestra casa aún no han entrado amigos del guaje, pero ya tiemblo pensando en ese momento :S

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