Hoy es el día de la madre y me ha
dado por pensar… qué peligro, pensaréis.
Soy madre. No sé si soy buena o
mala madre, pero lo que sí sé con toda seguridad es que me encanta serlo.
Cuando decidí tener hijos, lo
hice de forma libre y meditada, a mi edad y con los medios e información que
tengo a mi alcance, hacerlo de otra forma hubiera sido una sandez. Cuando lo
decidí sopesé muchísimas cosas, entre ellas, las renuncias que tendría que
hacer.
Nadie me engañó. Nadie me condujo
a la maternidad pintándomela de color de rosa. Nadie me dijo que podría seguir
como hasta ese momento.
Soy madre de dos niños pequeños. Esto
conlleva que no puedo salir con mis amigas tanto como me gustaría. No puedo
leer tanto como leía. Seguramente el ser madre ha perjudicado mi carrera
profesional. Voy a la peluquería menos veces que antes, me compro menos cosas,
dedico menos tiempo a mi marido. Hago menos cursos. Tengo muy mermada mi
vertiente reivindicativa y participativa. Voy menos al cine, o a cenar fuera. Noto
cómo he perdido neuronas que sé que no recuperaré jamás. Duermo muchísimo menos
de lo que necesito.
Y, ¿sabéis qué? Que soy feliz. A pesar
de todo.
Dedicado a todas las madres que
no sufren por sus renuncias, aunque sean conscientes de ellas.
Pues gracias por la dedicatoria, porque me siento 100% identificada.
ResponderEliminarUn besazo
Cualquier elección significa renunciar a otra cosa, pero cuando estás seguro de la decisión nada más importa ^^
ResponderEliminarFeliz día, ser madre es una de las mejores cosas que hemos podido hacer, el tiempo... Se ve gratamente compensado con su presencia, aunque no lo tengamos para cosas "propias".
ResponderEliminarAhora mismo estoy, después de una noche infernal acostada entre dos enanos, disfrutando de las carcajadas de mi pequeño de 5 meses cuando le doy besos sonoros, así que te entiendo perfectamente.
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