Hoy he tenido en mis manos este cuento, aunque finalmente no lo he comprado. Se llama "Mamá Maravilla" y es de Elen Lescoat y Orianne Lallemand.
Su primera lectura no me ha gustado. Me ha dejado una sensación rara, no lo sé describir bien. Ha sido pasado un rato cuando me he dado cuenta de que en realidad sí me había gustado y que, además, me ha hecho reflexionar.
En el cuento, que tiene unas ilustraciones preciosas, el niño nos cuenta que dependiendo del día mamá puede ser mamá sorpresa, mamá triste o mamá maravilla, entre otras cosas.
¿Cuántos mensajes recibimos al día de lo maravillosas y perfectas que debemos ser las madres con nuestros hijos? Nosotras siempre tenemos que estar disponibles, risueñas, debemos mantener la calma incluso ante la peor de las rabietas, en todo momento nos tiene que apetecer jugar con ellos, leerles cuentos, tirarnos por el suelo a hacer la croqueta. Y si estás triste, ¡que no te lo noten! Y si lo que quieres es meterte en un armario y que nadie te moleste ¡te aguantas y sacas la plastilina!
Parece que incluso a veces nos avergüenza reconocer que ciertas cosas, en ciertos días, no apetecen.
Pues mira, yo confieso: a veces me toca las narices llevarles a la piscina y hay noches que leerles un cuento me da taaaaanta pereza. Hay días en que no me sale ni la sonrisa de las preocupaciones. Hay días que me siento cabreada como una mona y, francamente, Bob Esponja no mejora mi humor. Pero también hay días en que me apetece reir, bailar y cantar y ponerme ropa de colores.
Y eso es lo bonito de este cuento. Que muestra una mamá real. De carne y hueso. Que siente y padece. Y que a pesar de tener días en los que echa rayos por los ojos, o días en que se siente triste hasta enfermar, siempre es mamá, la misma. La que quiere a sus niños con locura. Como las de verdad.
Amiga, tiene toda la razón. Y lo peor es que a veces, me he sentido culpable, por no ser la mamá genial, dispuesta a todo.
ResponderEliminarHay días en que no me apetece hacer nada, ni como persona, ni como madre, y eso no quiere decir que mi amor no sea el mismo.
Supongo que debemos aprender a entender nuestras limitaciones, y aceptar nuestros estados de ánimo.
Gran reflexión.
Un besote hermosa.
PD: no me ha llegado al correo, el aviso de esta entrada, raro, no?
Si, eso es lo malo, que encima nos sentimos culpables! Pero bueno, me imagino que, aparte de por la presión social, será porque siempre querríamos lo mejor para ellos, incluido lo mejor de nosotras mismas, nuestra mejor versión, me refiero.
EliminarUn besazo amiga!!
Gran reflexión! Y yo creo que si les decimos a nuestros hijos que ese día no estamos contentas o estamos enfadadas por algo, les ayudamos a que ellos también expresen esos días en que no se sienten bien.
ResponderEliminarPorque mami no es perfecta, pero es que no tiene por qué serlo.
Besos!
Si, sin duda, es importante que ellos también se den cuenta de que por estar un día tristes o enfadados, tampoco pasa nada...
EliminarUn beso guapa
Genail, creo que esta semana ese libro me vendría de perlas, ahora mismo estoy en el sofa con gripe, pero tengo que vestirme e ir a por mi hijo, apetencia nula, pero claro toca..
ResponderEliminarSi, cuando te encuentras mal es quizás lo peor, pero bueno, todo pasa, menos mal, no?
EliminarEspero que ya estés más recuperada de ese gripazo.
Un besillo Peineta guapa!
Pues sí, las madres somos personas de carne y hueso que tienen días malos, días buenos y todo un abanico de emociones que además pueden variar durante el día (y si no que se lo cuenten a nuestro ciclo hormonal).
ResponderEliminarEs una buena reivindicación ;)
Besotes!
Claro! Si es que vivimos en una motaña rusa de emociones!
EliminarCómo va esa búsqueda de cole?
Un beso guapita
100% contigo. Lo de "belleza real" también debería extenderse un poco más a la maternidad e ir transmitiendo menos madres perfectas, que aspirar a ese ideal imposible e inexistente solo puede generar infelicidad. Me apunto la referencia, me gusta la idea del libro. Besos y buena tarde!
ResponderEliminarEse es un temita que también me trae frita, tienes toda la razón! Ya está bien de que el ideal de belleza sea tan absolutamente irreal, que se corresponde con poquísimas personas de carne y hueso... o más bien de "hueso" a secas ;) No, en serio, totalmente de acuerdo contigo!
EliminarUn besazo y gracias!
Qué razón! No solo no somos perfectas sino que muchas tampoco lo pretendemos. Sabemos de nuestros defectos, de nuestras limitaciones como personas y madres. Yo estoy pasando por esos momentos en que me gustaría esconderme debajo de la cama. Sin embargo te pintas la sonrisa y sacas el cajón de las manualidades y te pones manos a la obra.
ResponderEliminarBesazos
Ay maja! Cómo te entiendo! Pues si, no nos queda otra que tirar pa'lante, con o sin sonrisa!
EliminarUn besillo guapa, ánimo con la que tienes encima!
Interesante libro! No lo conocía, pero me gusta que se refleje actitudes de las madres reales, y no tan de cuento como suele pasar.
ResponderEliminarhola...!! date una vuelta x mi blog...
ResponderEliminarhttp://taniasobrevilla.blogspot.mx/2013/02/nuestro-primer-premio.html
es un pequeño detalle..
salu2 ñ_ñ
conocí este cuento gracias al blog regadera de cuentos de una amiga, allí podreis encontrar este y otras reflexiones de libros igual de maravillosos para los más peques y que a los grandes nos hace reflexionar.besos
ResponderEliminarwww.regalosparachica.com
Me ha encantado la idea de encontrar eso en un libro y poder leérselo a mi hija, porque me resulta muy difícil pensar en cómo explicarle que soy una persona que siente y que se enfada y que se pone a gritar cuando quizás no debe, etc.
ResponderEliminarAhora mismo lo busco! Gracias.