viernes, 30 de marzo de 2012

Nueva herida de guerra

Ayer estaba trabajando cuando me llamaron de la guarde. Siempre que veo ese número en la pantalla del móvil pienso, coño, ya se ha descalabrado uno... hasta ahora, afortunadamente, nunca había acertado. Hasta ahora. Ayer mi predicción resultó acertada: el canijo mayor, en su locura personal de correr como un poseso mirando hacia cualquier lado que no sea el frente, se había chocado con el canto de una puerta y se había hecho una brecha.
Allá que nos vamos raudos y veloces a que le cosan . Yo soy una persona de naturaleza tranquila, pero claro, no puedo evitar llevar una congoja importante encima. El canijo, en cambio, como si nada. Lo único que le preocupa es que aún no ha merendado (será zampabollos) y que, a pesar de llevar dosicentos cuentos, justo no llevamos el de Pipan (traducción: Peter Pan).

Ya sé que va a sonar a "amor de madre" pero lo cierto es que mi canijo es un valiente. En todo el tiempo que estuvimos en el hospital ni una queja, ni un lloro, aguantó estoicamente todo lo que le hicieron con la mejor de sus sonrisas. Pero qué rico es mi niño. Hasta la doctora y la enfermera le felicitaron. De vuelta a casa se señalaba felíz la "pupa" y se la enseñaba satisfecho a todo el que la quería ver.

Balance final de la tarde: una mamá más que orgullosa y un pequeño Frankenstein con 3 puntitos en la frente.




miércoles, 28 de marzo de 2012

Silencio, cámara y... ¡acción!

Anoche vi nuevamente Seven. La he visto ya varias veces pero sus últimos diez minutos me siguen poniendo los pelos de punta... Ésto me hizo pensar en que hay películas, o mejor dicho, aspectos de películas que se te quedan grabados de por vida y que hacen que, aunque no sea tu favorita o ni siquiera te parezca la mejor, la recuerdes y te apetezca verla más de una vez.

Empecemos por el principio: el título. El premio a la originalidad se lo daría sin duda a No todo el mundo puede presumir de haber tenido unos padres comunistas, reconozco que es demasiado largo y que cuando vas por la mitad ya te has cansado, quizás eso le reste puntos, o no, puede que precisamente por ello consiga engancharte. A mí me parece de lo más atractivo. Esta película tiene además varios momentos más que aprovechables, pero de ella me quedo con el nombre. 

Como intro elegiría la de El Señor de la Guerra. El camino que recorre una bala desde que es fabricada hasta su desafortunado destino me parece espeluznante y consigue atraparte desde el segundo cero. El resto de la película no está mal, aunque Nicolas Cage pone la misma cara haciendo de traficante de armas que de angel humanizado (City of Angels), qué cosa más insulsa de hombre, por Dios!

El comienzo de una película tiene un valor enorme. Tanto es así, que en sólo cinco minutos puede hacer que busques el mando para subir el volumen, o que lo hagas para apuntar con saña y buscar otra cosa. Con su comienzo, una peli se juega el todo por el todo, es fundamental y no todas lo cuidan por igual. Mi comienzo favorito es el de Love Actually. Las imágenes de reencuentros en el aeropuerto de Heathrow con la voz en off  hablándonos de que el amor es lo que realmente mueve el mundo... ainss, siempre consigue emocionarme. En el fondo soy una sentimentaloide incorregible, lo reconozco.

Hay tantos argumentos y temáticas de películas que me resulta prácticamente imposible hacer una selección de cada una, así que he pensado comentar "momentazos" de algunas de ellas. 
El momento romántico por excelencia (y que marcó a toda una generación) es ese pedazo de baile que se marcan Patrik Swayze y Jennifer Grey en Dirty Dancing... ¿quién no ha deseado que le pase algo así en su vida?
Tenemos el momento risa del tipo me-meo-toa. Lo tengo claro: después de que todo se vaya a la mismísima mierda, esa bañera cayendo al piso de abajo en Esta casa es una ruina y la risa histérica que le entra a Tom Hanks. Impagable.
Momento intensidad casi insoportable: El Piano, cuando Holly Hunter "pierde" el dedo... ufff, los pelos como escarpias.
En la injustamente desconocida 500 días juntos me topé con el momento sorpresa: la coreografía grupal que se marcan una mañana. Desde entonces, cuando me pasa algo bueno fantaseo con ponerme a bailar por la calle y que se vayan uniendo a mi baile mis vecinos...(lo sé, no estoy bien...)
Tengo también un momento absurdo. Absurdo, idiota e incomprensible... En el drama El paciente inglés, con toda la intensidad emotiva de la peli, de pronto, sin venir a cuento ni tener ninguna razón para existir, la protagonista se mete una pedazo de leche en la cabeza al salir del cine ¿por qué? ¿para qué? Señor Minghella, ¿en qué estaba usted pensando ese día?
Dos momentos más para ir concluyendo. El momento kleenex se lo otorgo a la escena de la peli Solas en la que la madre (fantástica María Galiana) no es capaz de llamar desde una cabina porque no sabe cómo usarla... lloro tanto que me caen los mocos en cascada! Y el momento fantasmada absoluta se lo lleva, sin duda, ese auto-desfibrilador de James Bond en Casino Royal, madredelamorhermoso, qué imaginación!

La música en las películas tiene tanta importancia y habría tanto que comentar, que merece mucho más que un simple parrafito, sólo confesaros que la BSO que más he escuchado en mi vida (tengo más qué amortizado ese CD) es la de En el nombre del padre. Y, aunque lo negaré delante de cualquier tribunal, también la de Tarzán, de Disney, aunque en mi descargo comprenderéis que Phil Collins es Phil Collins...

Y como final, retomo el principio: Seven. Esa escena en mitad de la nada cuando ya estás en total tensión después de la conversación del coche, esos planos, esa mirada que acojona tanto de Kevin Spacey , la furgoneta que llega y sabes que trae algo horrible aunque no sabes qué es, pero lo imaginas... los silencios... los gritos de Morgan Freeman... Finales así te reconcilian con el cine y hacen que merezca la calificación de Séptimo Arte, aunque para llegar a una obra maestra, te tengas que tragar un montón de mojones.

lunes, 19 de marzo de 2012

Grandes padres de la Historia

La Historia nos ha dejado grandes padres para la posteridad.

Don Pantuflo Zapatilla, padre de los endemoniados gemelos Zipi y Zape. Si yo hubiera sido él me hubiera tirado por una ventana, o puede que incluso los hubiera tirado a ellos, el amor de padre no da para tanto... Su sistema de premios (vales por piezas de una bicicleta) me parece memorable, aunque por sus castigos (encerrarles en el sótano) hoy en día ya no tendría su custodia y puede que hasta estuviera entre rejas...

Papá Pitufo, un caso curioso, tiene cientos de pituhijos reconocidos que conviven en paz y armonía, pero ¿alguien sabe dónde se mete la madre de las criaturas? Es más, ¿tienen madre? ¿la misma todos?

Abraham, qué gran padre, Dios le pide que sacrifique a su hijo, así, sin más, "porquesí" y va él y lo acepta... me quedo sin palabras.

 Papá Noël, éste es más majo, más generoso y más gordo también  ... alguien debería recomendarle la dieta Dukan, se ve que el estar ocioso trescientos sesenta y cinco días con trescientes sesenta y cuatro noches al año acaba pasando factura.


Hal, el padre de "Malcolm in the Middle"...  cómo no va a acabar desquiciado ese hombre con los cinco hijos que tiene y, sobre todo, con esa mujer que es como la niña del Exorcista pero en mujer y sin vómito verde...



Marlin, el papá de Nemo y ejemplo de padre coraje donde los haya. Recorrerse medio océano en busca de su pequeñín sorteando todo tipo de peligros y aguantando a la amnésica Dora ... eso es amor de padre, si señor,  y lo demás son tonterías.



 
Pero el padre por antonomasia, el Grande entre los Grandes, mi favorito, el Numer One es, sin duda,  Homer Simpson.  Es que no se puede ser peor padre, peor marido, peor trabajador, peor ejemplo para todo lo que se propone... Una de sus frases míticas describe perfectamente el modelo de crianza que sigue:  "Bueno, es la 1 de la madrugada. Mejor ir a casa y pasar algo de tiempo de calidad con mis hijos". Olé.


Pues eso, que seas el tipo de padre que seas, ¡Muchas felicidades! Hoy es tu día.


jueves, 8 de marzo de 2012

Feliz Día de la Mujer Curranta


Esta viñeta de Forges tiene ya unos añitos pero está claro que no pasa de moda. Pues eso, que muchas felicidades a todas las mujeres trabajadoras, tanto si su trabajo es remunerado como si no, mi más sincera admiración para todas ellas.

Y que conste que para mí, los 365 días del año son vuestro/nuestro día. 


miércoles, 7 de marzo de 2012

Nuestro hilo musical

Me he enterado de que ha fallecido el compositor de la banda sonora de "El Rey de la Selva" y eso me ha hecho pensar en las músicas que les gustan a mis canijos. Precisamente el jazz que canta y baila el Rey Louie en esa película está, sin duda, en el top ten de nuestros Cuarenta Principales domésticos.

El pequeño es aún muy pequeño por lo que lo mismo le da que le pongas la melodía de Doraemon que una ópera de Puccini, pero el mayor tiene ya bastante claras sus preferencias. Les gusta tanto escuchar música que  es como una droga para él, le pones una canción y no ha terminado aún, cuando ya está diciendo "máh, máh".

Solemos tirar por clásicos de nuestros tiempos, las intros de La Vuelta al Mundo en 80 Días, Comando G  o Dartacán son triunfos asegurados. También flipa con una versión hortera a más no poder de Spiderman e incluso con una de la Mujer Araña (si, por lo visto también había Mujer Araña, yo fui la primera sorprendida) Enrique y Ana, Miliqui... si, lo sé, qué le vamos a hacer, la década de los ochenta hizo mucho daño a nuestra generación...

Como padres comprometidos con su educación que somos, también le ponemos canciones pedagógicas, por supuesto, en este apartado el Rey, así, con mayúscula, es Elmo. Elmo le enseña las letras, le canta al número cuatro y le ayuda a contar patos... Elmo mola! Tan mono, tan bueno... Es cierto que allá por la quinta canción notas como esa vocecilla de pito te empieza a taladrar el tímpano y sientes una punzadita de odio encarnizado hacia él, pero no importa, Elmo siempre es un valor seguro. El equivalente español, Barrio Sésamo, le motiva un poco menos, pero en momentos de apuro "aceptamos barco como animal acuático".

Lo más moderno que tenemos en nuestro repertorio son las canciones de Bob Esponja, que son graciosas por su absurdidad, o Pat El Cartero, un poco moñas para mi gusto pero pegadizo.

Además de escuchar las canciones, por supuesto le encanta ver los vídeos de las mismas. Algunos se los sabe de memoria, de otros sólo le gusta una parte y hay algunos que, como el de los Fragel, hasta le dan un poco de canguis por más veces que lo vea.

Como véis de momento sólo nos hemos lanzado con la música infantil, ya veremos cuando descubra la música adulta por dónde nos sale. Sentiremos bastante alivio, la verdad, sobre todo durante los viajes en coche. ¿Le gustará la pachanga, el rock? Sólo cruzo los dedos porque no le guste el hardcore, las sevillanas o la copla... o lo que aún podría ser peor ¿y si nos sale rumbero? Ni imaginarlo puedo sin que se me hiele la sangre. Ahora que lo pienso, me está entrando un miedo... aymadre....Querido Elmo, lo retiro, no quería ser faltona, realmente no tienes tan mala voz, sólo es un tanto aguda y deseo con todas mis fuerzas que me tortures muuuuucho tiempo aún...