viernes, 25 de septiembre de 2015

Trilogía del Baztán. Uno al mes

Uff. Madremía.
¿Imaginas leer cerca de mil quinientas páginas sin respirar y con el corazón en un puño? Pues eso sentí yo leyendo la Trilogía del Baztán.


Unos asesinatos. Un paisaje increíble. Una inspectora de policía muy inteligente. Magia. 

Esos son los principales ingredientes de estas tres novelas imprescindibles. 

La inspectora Salazar, una policía muy preparada y con un gran instinto, se enfrenta al caso más difícil de su vida: Resolver los asesinatos de unas niñas ocurridos en su propio pueblo. Para ello contará con la ayuda de sus compañeros policías y de muchos otros personajes que irán  apareciendo a lo largo de las tres novelas.

La trama está muy bien desarrollada. Se nota el gran trabajo de documentación hecho por la autora, tanto en los aspectos relativos a las labores policiales, como en las tradiciones y mitología propias del lugar. El ritmo es brutal de principio a fin. Las descripciones, los diálogos... consigue un gran equilibrio de forma que sientes que ni sobra ni falta nada. En definitiva, una trilogía que llegará a convertirse en un clásico de la Literatura Negra.

Totalmente recomendable, le he dado una puntuación de: Wauuu.







miércoles, 23 de septiembre de 2015

Prejuicios...

Todos tenemos prejuicios. Incluso quienes lo niegan fervientemente. Yo desde luego que sí. Los tengo, los conozco, y vivo con ellos. Creo que eso es lo fundamental, saber que están ahí para en un momento dado, superarlos. 

Mis prejuicios son de lo más variopinto. En general no me hacen odiar a nadie de primeras, simplemente me hacen "desconfiar" de determinadas personas aun sin conocerlas de nada.

Por ejemplo. Desconfío plenamente de la gente que afirma que no le gustan los animales. No lo puedo evitar. Es oírlo y notar cómo mis pequeños lemmings internos empiezan a construir un muro enorme que me distanciará de esa persona. Que el muro se puede derruir, por supuesto, pero ya me cuesta un trabajo. 

Lo mismo me pasa con la gente que en el supermercado, cuando está buscando algo en una estantería, abandona su carro en mitad del pasillo, obstaculizando el paso a todos los demás. Que dejarlo a un ladito no cuesta ningún trabajo, pienso, y es pensarlo y aparecer los lemmings...

Autor: Jim. Poet Code

Esos prejuicios son fruto de mis gustos, la educación que me han dado, mis expectativas sobre el comportamiento ajeno... No dejan de ser infundados, aunque con una cierta base. Sin embargo, los tengo mucho más absurdos: Desconfío de la gente a la que le suenan la suelas de los zapatos al andar y de las mujeres que leen revistas "femeninas". Toma-ya. 

En fin, que el primer paso para combatir un prejuicio es conocerlo, y el segundo, obviamente, querer combatirlo. Y yo, la verdad, es que no siempre tengo energía para tanta batalla.






martes, 22 de septiembre de 2015

Bonita publicidad

Comparto este anuncio porque me ha parecido precioso. Y eso que la versión en inglés (que no he sido capaz de encontrar en youtube) es aún mejor porque su voz en off es absolutamente cautivadora. 


Corre. Vuela. No te detengas.