jueves, 28 de mayo de 2015

La Templanza. Uno al mes

Me ha costado escribir la reseña de esta novela porque me invade la indecisión. ¿Me ha gustado como para recomendarla? ¿Me disgusta tanto como para renegar de ella? 

Pues ambas... y ninguna. 

Tengo sentimientos encontrados. Por una parte me encanta cómo María Dueñas es capaz de trasladarnos a otras épocas, otros lugares, otras realidades por muy remotas que sean. Consigue describir tan bien los escenarios, y elabora unos personajes tan bien definidos, que me ha resultado tremendamente fácil meterme en la novela y sentir que la vivía en carne propia. 

Además, logra como nadie dar agilidad y tensión al relato. Los últimos capítulos son, sencillamente, trepidantes.

Sin embargo, hay algo que no he conseguido con esta novela y que hace que todo lo demás, aun siendo mucho, no me parezca suficiente: No me he creído la historia de amor. Pero nada. Ni un poquito. 

Las comparaciones son odiosas y no puedo evitar rememorar "El tiempo entre costuras". En ésta, además de la pedazo de historia que nos contaba, la relación entre Sira y Marcus me pareció preciosa, la química que había entre ellos traspasaba las hojas y consiguió electrizarme en muchos momentos. 

Nada parecido a la historia de La Templanza en la que no me he llegado a creer el amor entre los protagonistas ni por un segundo...

Así que, retomando el principio, me pregunto qué hacer, si recomendaros que la leáis, o marcarme un "pasapalabra"... Lo dejo a vuestro entender.  






martes, 5 de mayo de 2015

Campamentos urbanos

Hoy se ha abierto el plazo para solicitar plaza en uno de los "campamentos" organizados por el Ayuntamiento de Madrid en centros escolares públicos. Cada vez que me toca hacer este trámite me sube la bilis. 

Lo primero que me chirría de este asunto es que para el Ayuntamiento es su medida estrella de CONCILIACIÓN de la vida familiar y laboral, y, tócate los kinder que finaliza a las 15.30 de la tarde!!!
Si vives en Madrid sabrás que para estar en cualquier sitio a las 15.30, tienes que salir de donde estés, como muy tarde a las 15.00... ¿y quién sale a las 15.00 de trabajar? ¿los funcionarios? A la gente normal, trabajadores por cuenta ajena, ya nos gustaría...

Luego está el tema de que, pese a hacerse en colegios públicos, cualquier niño puede acceder a ellos. Es decir, que aquellos padres que llevan a sus hijos a la escuela concertada o a la privada porque la pública no les parece lo suficientemente buena para sus retoños, no tienen el mínimo reparo en hacerlo para solucionarse la papeleta a un buen precio. Pues mira, no. No me parece bien. Si hubiera plazas de sobra no me importaría tanto, pero habiendo tan pocas plazas como para tener que hacer sorteo, las plazas deberían reservarse para quienes apoyamos y valoramos la escuela pública todo el año, no sólo cuando la cosa se pone fea. A las duras  y a las maduras.

Los padres que eligen la concertada y la privada que pidan a sus chupicoles que organicen campamentos durante el verano, que para eso pagan sus buenos dineros a lo largo del curso. Y que desgasten sus maravillosas instalaciones, ya de paso. Que a nosotros, los de la pública, bastante nos cuesta que nos tengan nuestros coles medio en pie. 



28 de mayo de 2015. Edito el post.

Raro en mí, pero creo que es de Justicia.

Lo primero que cambiaría es mi desafortunada expresión de "gente normal" en contraposición a los funcionarios. Primero porque es evidente que ellos también son normales, y segundo porque es una generalización absurda y muy poco propia de mí el pensar que todos los funcionarios tienen un horario así de goloso. Mis perdones y mi agradecimiento a Irene More por hacérmelo ver ;-)

Lo segundo es acerca de mi inclusión en el grupo de chupicoles a los concertados. Sigo segura de que el 80%  de quienes llevan a sus hijos a la Educación Concertada lo hacen por decisión libre y consciente y porque les gusta más que la Pública, sin embargo, tras una intensa conversación con mi amiga Inma, tengo que reconocer que hay un cierto número de casos en los que a los padres no les queda más remedio que aceptar la Concertada, y excluirles de estos campamentos sería como un doble "castigo" para ellos. 

Y nada más, que me ha quedado más larga la edición que el propio post. 

domingo, 3 de mayo de 2015

Feliz día de la madre

Hoy es el día de la madre y me ha dado por pensar… qué peligro, pensaréis.

Soy madre. No sé si soy buena o mala madre, pero lo que sí sé con toda seguridad es que me encanta serlo.

Cuando decidí tener hijos, lo hice de forma libre y meditada, a mi edad y con los medios e información que tengo a mi alcance, hacerlo de otra forma hubiera sido una sandez. Cuando lo decidí sopesé muchísimas cosas, entre ellas, las renuncias que tendría que hacer.

Nadie me engañó. Nadie me condujo a la maternidad pintándomela de color de rosa. Nadie me dijo que podría seguir como hasta ese momento.

Soy madre de dos niños pequeños. Esto conlleva que no puedo salir con mis amigas tanto como me gustaría. No puedo leer tanto como leía. Seguramente el ser madre ha perjudicado mi carrera profesional. Voy a la peluquería menos veces que antes, me compro menos cosas, dedico menos tiempo a mi marido. Hago menos cursos. Tengo muy mermada mi vertiente reivindicativa y participativa. Voy menos al cine, o a cenar fuera. Noto cómo he perdido neuronas que sé que no recuperaré jamás. Duermo muchísimo menos de lo que necesito.

Y, ¿sabéis qué? Que soy feliz. A pesar de todo.

Dedicado a todas las madres que no sufren por sus renuncias, aunque sean conscientes de ellas.