martes, 20 de diciembre de 2011

¡¡Feliz Navidad!!

Se acercan las, para muchos, temibles Fiestas Navideñas. A mí personalmente no me gustaban, sin embargo, he visto cómo se cumplía el típico-tópico de que las Navidades son para los niños y me he encontrado poseída por el mismísimo espíritu de Papá Noel que ha hecho que monte belén, árbol y toda la parafernalia.
Poner un árbol lleno de luces, bolas y enanitos colgantes es todo un reto (a la par que una temeridad) en una casa en la que hay dos canijos y un intrépido gato. Pero sí, ya sabéis que soy bastante insensata,  lo he puesto. Con espumillón y todo, oye, que la aventura es la aventura...
El belén también resulta tremendamente atractivo para estos pequeños vándalos. El nuestro ha quedado un tanto minimalista, aunque con todo lo imprescindible: su portal, sus pastorcillos, sus reyes. Eso sí, a los cinco minutos el carro del leñero ya no llevaba troncos, sino a un nutrido grupo de personajillos de plástico, que más parecía el "Expreso Disney", la verdad...
Y luego está el escuchar una y mil veces: "mira mamá, estella", "mira mamá, noé", "mira mamá, los leyes"... Ayyyy, qué pesadito... pero ¡¡cómo me gusta...!!
¡¡Lo más de lo más es que hasta canto villancicos como una loca a la vez que toco la pandereta a lo tuno!! Y por cierto, hay que ver lo absurdos que son algunos: que si los peces beben en el río ( ?? ), que si a San José le roen los calzones... mejor no analizarlos mucho.

En fin, que como ya sabéis los que tenéis peques cerca, verles la carita que ponen al ver las luces del árbol, o cuando avanzan los Reyes hacia el pesebre, hace que aniquiles al Grinch que muchos llevamos dentro y saques al Ayudante de Santa Claus que pugnaba por salir y reprimías año tras año.

Y así, porque me sale de las tripas, os deseo a todos: ¡¡Feliz Navidad!!