martes, 29 de noviembre de 2011

Pedazo invento la gaseosa...

Al igual que los niños adoptados por P Tinto quedaron cautivados por esa burbujeante bebida, yo lo estoy con mi nuevo chisme: ¡Pedazo invento el Iphone! 

La mayor parte de la gente da el salto a los smartphones desde móviles relativamente modernos bien provistos ya con su cámara, su MP3 e incluso con acceso a internet. Pues bien, yo tenía un móvil que llamaba y recibía llamadas. Punto y final. Y eso cuando tenía a bien, porque una parte importante del tiempo se lo pasaba con la pantalla en blanco esperando su irremediable viaje al cielo de los móviles... así que os podéis imaginar el cambio que he experimentado.

¡Ay qué momentazo poder mirar el correo cada dos por tres! Y el facebook, y buscar en google hasta lo más insospechado sin moverse una del sofá, y leer el periódico, y comprar lo que necesites, y buscar una dirección, y, y, y... Si es que me vuelvo loca sólo de pensarlo...
A mis niños, pobres, los tengo fritos a fotos y vídeos pero ¿cómo resistirme? Y no sólo eso sino que acto seguido, por supuesto, frío también a la familia con esas fotos y vídeos que inmediatamente envío... Que no lo puedo evitar, oye, que se me va el dedito...

Y yo era de las que nunca oía el móvil, y no sólo porque en los últimos tiempos andaba un tanto afónico, que también, sino porque no recordaba sacarlo del bolso o tenerlo medianamente cerca. Pues bien, ahora el aparatito se ha convertido en un apéndice mío, que mi mano ya no acaba en dedos, acaba en el iphone, que cualquier día le corto las uñas a él...

Además estoy aprendiendo nuevo vocabulario (que no me va a servir para absolutamente nada más en la vida, pero me encanta): ya se lo que es "whatsapp", "AppStore" y hasta me estoy haciendo experta en buscar aplicaciones chorras gratis...

En fin, que todo un descubrimiento... Que como dice el anuncio, yo ya era facebookera, bloguera y chateadora.. pues ahora... iphonera!!

miércoles, 16 de noviembre de 2011

¡Viva Paco!

Mi hijo mayor habla Bochi. Eso, o la lengua de Mordor que no pronunciaré aquí... bueno, fuera de coñas, el caso es que mi peque parlotea a todas horas aunque apenas se le entiende. Nosotros, a base de repetir, gesticular y echarle mucha, mucha imaginación, ya le vamos pillando algunas cosas. Gracias a nuestras pesquisas ya sabemos que "Piyú" es su gran amigo Raul, "Gan" es naranja, su color favorito, aunque también le gusta el "Patatillo", que es el color de los plátanos, y tenemos claro que el "Abú", es el yogur que toma después de comer.

Cuando nos quiere transmitir algo importante el pobre se esfuerza como nadie, señala, acciona o lo repite una y otra vez hasta que damos con el significado, momento en que exclama un "Siiiiiii" lleno de emoción, orgullo y una pizca de alivio...

También tiene algunas cosas claras, dice casi perfectos los nombres de sus personajes favoritos:"Bo", "Emo", "Miky"... Y también hace pequeñas construcciones verbales. La semana pasada, sin ir más lejos, fue la semana del "hay caca", había caca por todas partes, y esta es la del "hay agua"... Cosas de la insistencia, y de la lluvia, supongo.

El caso es que después de un rato con él se te crea complejo de traductora de la ONU, por no hablar de los malentendidos que se producen. Ayer mismo no veáis la tarde que me dio canturreando, casi gritando, "¡Vivaa, Paaco!". Me lo repitió mil veces, en casa, en el coche... y yo sin entender nada. Le preguntaba si Paco era su amigo y que no, que si era un nuevo compi del cole y que no, que si era una canción y nada, que no daba con ello, él seguía erre que erre con su "¡Vivaa, Paaco!". Rato largo después, me fijo en él mientras juega con un coche que sube y baja con la mano a la vez que dice "Vivaaa (arribaaaa) Paaaco (abaaaajo)"... Pues eso, que si no es Bochi, vosotros diréis.





domingo, 13 de noviembre de 2011

¿Y a dónde no vamos corriendo?

-¿Hija, y a dónde no vamos corriendo? - le preguntaba una mamá a otra hoy en el vestuario de la piscina.

Ay, qué gran pregunta...Que ya sé que soy un poco cansina siempre con lo mismo, pero es que realmente no es fácil enumerar un par de cosas que hagamos con calma...

Yo corro por las mañanas para vestirles y vestirme y llegar a la guarde a tiempo; corro por el super empujando el carro del niño con una mano y tirando de la cestita con la otra, corro por las tardes para que nos de tiempo a merendar, jugar, pintar y bajar al parque, todo ello a la vez que ponemos en práctica las técnicas de Supernanny... que por cierto habría que ver a sus hijos, lo mismo son los protagonistas de "Hermano Mayor" y nos está vendiendo la moto, es más, ¡qué miedo dan los de "Hermano Mayor"! ¿verdad?...  pero para miedo del bueno, la película de las 8, nosotros la llamamos: "EL MARATÓN" (hay que darle tonito así como de "cague") Baños, pijamas y cenas... todo aderezado con cancioncillas animosas y con esa insoportabilidad que les entra a los niños cuando están ya muertos de sueño...

Los quehaceres de la casa, mantener un pequeño conato de vida social, ver el telediario... Los hay que, como nosotros, son además pelín kamikazes, sólo pelín, y añaden a todo lo anterior la emoción de tener varias mascotas a las que pasear, alimentar y prestar cuidados en general. Y en particular, oiga, que precisan de tiempo, sobre todo las que van cumpliendo unos añitos. .

Y yo no me puedo quejar, el papi  es de los que comparte las faenas y yo  aún estoy con la baja de mi segundo churumbel, no quiero ni imaginarme qué será de mí cuando en enero vuelva al trabajo... Me veo ya como al correcaminos de un lado a otro levantando esa nubecita de polvo bajo mis pies... ¡¡mec, mec!! y a mi coyote particular, el tiempo, poniéndome trampas por doquier... Sólo espero, con el fin de mantener un pequeño residuo de mi ya mermada salud mental, que al menos estas trampas ...sean marca ACME!!!